Siete recomiendaciones sobre el uso de los videojuegos en menores
Los videojuegos se han convertido en una forma importante de entretenimiento para los menores. Como otras formas de ocio los videojuegos en si no son perjudiciales, pero sí puede serlo el uso que se haga de ellos.
Para que esto no ocurra es muy importante seguir una serie de recomendaciones a la hora de usarlos.
1. Es fundamental que los padres juguemos con ellos, así podremos conocer sus gustos y sus preferencias a la hora de utilizarlos y por qué no, también disfrutar y aprender.
2. Cuidar las posturas de juego.
3. Conocer y seguir las recomendaciones del Código Pegi: este código permite conocer las edades para las que es apto un videojuego y ofrece información sobre los contenidos, como violencia y sexo. Lo que es apto para un menor puede no serlo para otro, cuidado con el uso por parte de hermanos menores de los videojuegos de los mayores.
4. Activar los controles parentales de las videoconsolas: las más modernas ofrecen la posibilidad de conectarse a Internet o con otros jugadores por lo que no podemos descuidarnos y utilizarlos para evitar situaciones de riesgo. Cada fabricante ofrece diferentes opciones, debemos aprender a configurarlas.
5. La modalidad de juego online con otros jugadores puede conllevar el contacto con personas desconocidas y en ocasiones estas páginas ofrecen servicios de chat, hay que concienciarles de la importancia de no proporcionar datos personales (donde viven, donde trabajan sus padres y en qué, horarios, costumbres, etc.), ni mantener conversaciones con extraños: no todo el mundo es quién dice ser en Internet.
6. Controlar y pactar con ellos los tiempos de uso: siempre es mejor dosificar. Periodos cortos de tiempo, por ejemplo media hora varios días seguidos, es más recomendable que dejarles jugar durante horas. Además es conveniente estar atentos y si el niño se pone nervioso, alterado o enfadado mejor que pare de jugar y descanse.
7. Los videojuegos son una forma estupenda de divertirse y aprender pero no debe ser la única. Somos los padres los que debemos proporcionarles alternativas diferentes de ocio. Ahora que llega el verano los deportes al aire libre o las excursiones pueden ser una muy buena alternativa para disfrutar con ellos.