Golpe de calor, síntomas y prevención. | Edúkame

Golpe de calor, síntomas y prevención.

Recomendaciones de salud en los niños durante el verano

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Uno de los efectos negativos del calor es padecer un golpe de calor.

Un golpe de calor es una alteración de la regulación térmica que aparece como consecuencia de una pérdida excesiva de agua y sal por la sudoración.

En condiciones normales el organismo elimina el exceso de calor a través de la sudoración o irradiando calor a través de la piel. Cuando la temperatura ambiente es demasiado alta, hay mucha humedad o se realiza ejercicio físico puede fallar el “sistema de refrigeración” del organismo, aumentando demasiado el calor interno, alterando la función de diferentes órganos y sistemas.

En casos graves puede desencadenar un cuadro clínico con alteración de las funciones metabólicas, pulmonares y cardíacas que puede desembocar en el fallecimiento del niño.

Es típico de los niños que han estado expuestos al sol o al calor de manera prolongada, sin la adecuada hidratación, ni protección solar. Los niños con más riesgo de padecerlo son los recién nacidos y los menores de 6 años.

Síntomas más frecuentes

  • Irritabilidad: Su manera de decirnos que no están a gusto
  • Irritación de la piel producida por la sudoración.
  • Calambres musculares.
  • Cansancio, debilidad.
  • Mareo, náuseas u vómitos.
  • Dolor de cabeza.
  • Deshidratación.
  • Incluso pérdida de conocimiento.
  • Temperatura corporal >41ºC

 Qué debemos hacer

Favorecer los mecanismos de enfriamiento del organismo y asegurar una adecuada hidratación

  • Ofrecer agua y/o suero de rehidratación (ver artículo de gastroenteritis).
  • En el caso del lactante alimentado al pecho, ofrecer lactancia materna.
  • Quitar la ropa.
  • Dejar al bebé o al niño en un sitio fresco.
  • Lavarle con agua fresca, no fría.
  • En el caso de los calambres, además de la hidratación, pueden ser útiles los masajes en los músculos afectos.

En caso de que no mejore, debe ser valorado por un pediatra, ya que para controlar la temperatura corporal puede requerirse tratamiento médico.

Cuándo ir al médico

Debemos solicitar atención médica urgente cuando el niño ha estado al sol mucho tiempo o ha estado haciendo ejercicio al sol y presenta:

  • Piel enrojecida, caliente y seca sin sudoración
  • Temperatura corporal >40ºC
  • Dolor de cabeza intenso y pulsátil
  • Confusión, mareo o debilidad
  • Fatiga, cansancio
  • Convulsiones
  • Somnolencia
  • Pérdida de conocimiento

Mientras llega la ayuda, debemos hacer lo expuesto en el apartado anterior (quitarle la ropa, llevar a un lugar fresco…), pero en esta situación NO debemos darle de beber.

Cómo prevenirlo

  • Ofrecer líquidos frecuentemente (agua o zumos), en caso de que el niño se queje de calambres son más útiles los zumos de frutas, por tener mayor contenido de sales. Es muy importante saber, que la sed del niño no es fiable, cuando aparece es posible que el niño ya esté deshidratado. Hay que ofrecerles líquido aunque ellos no lo pidan.
  • En caso del lactante con lactancia materna, se debe ofrecer el pecho a demanda.
  • Ofrecer varias comidas ligeras. Aumentar el consumo de frutas, verduras y hortalizas frescas y cocidas.
  • Evitar que hagan ejercicio físico cuando haga más calor.
  • Bañarles con más frecuencia.
  • Utilizar ropa ligera, lo ideal es que sea de algodón y de colores claros que absorben menos el calor.
  • Se debe proteger la cabeza con un gorrito que permita transpirar.
  • En la playa y el campo, evitar estar expuesto en las horas centrales del día, y descansar a la sombra.
  • Proteger la piel con crema solar y los ojos con unas gafas de sol.
  • Estar en lugares frescos y ventilados
  • Evitar estar en el coche mucho tiempo. Nunca se debe dejar a un niño pequeño solo en un vehículo cerrado y aparcado al sol, ya que las temperaturas que se pueden alcanzar son muy elevadas (cuando la temperatura exterior es de 33.9ºC, la interior del coche puede llegar hasta 51.7ºC en 20 minutos).
  • En casa es aconsejablecerrar las ventanas mientras la temperatura exterior sea superior a la interior y bajar las persianas en las fachadas expuestas al sol. Es conveniente abrir las ventanas de noche, para ventilar la casa.

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Escrito por:

Natalia Ramos
Natalia Ramos

Doctora en Medicina especialista en Pediatría

Web: UCI de Pediatría de Toledo