Un servicio de ayuda a los padres práctico y de éxito
Cada vez son más las madres, padres y también educadoras que usan este servicio que atiende momentos de dificultad ofreciendo ayuda y orientación terapéutico-educativa.
La consulta por videollamada es cómoda ya que no hace falta desplazamientos, ágil pues la respuesta es rápida a través del Skype que permite un contacto cercano a través de la pantalla o a través de la llamada (si no se tiene cámara) y, sobre todo, atiende las particulares de cada núcleo familiar.
Atiendo el asunto o el problema concreto que me expone cada consultante.
En un escrito me explican los motivos de su dificultad con uno o dos ejemplos. Si yo necesito más información de algún aspecto lo solicito por email y cuando ya tengo claro cómo abordar la orientación realizo la llamada en el día y la hora que hemos acordado (según mi agenda y su disponibilidad).
Temas, asuntos, problemas
Los temas que he ido tratando con los consultantes han sido muy variados
- Peleas entre hermanos
- Conductas de rabietas y lloros continuos
- Vomita lo que come.
- Desobediencia
- Cómo empezar con la retirada del pañal
- Se vuelve a hacer pipi encima
- Rechazo al padre
- No come en el colegio y en casa sí (y al revés)
- Sexualidad y masturbación infantil, etc.
Casos reales
Una madre que ya ha usado varias veces este servicio y con la que siento hemos ido haciendo un bonito trabajo, me consultó las rabietas que tenía su hija de dos años, sobre todo, cuando recibía visitas en casa de familiares o amigos.
Esta conducta no sabía abordarla como madre y además sentía que se estaba aislando de la poca vida social que tenía afectándole negativamente en su estado de ánimo.
Tras conocer cómo ella describía a su hija, cómo la percibía, conocer su realidad familiar y cómo era el vínculo entre ellas dos, la pude orientar durante la llamada a que ella misma interpretara el mensaje inconsciente que había en esta conducta, y por lo tanto, lo que la niña estaba diciéndole en el único lenguaje que sabía.
Después pude darle algunas pautas de cómo responder y actuar ante esta conducta. Y ambas pudieron superar con confianza esta etapa como he ido sabiendo en otras consultas que ha realizado.
Otra madre usó la consulta como un grito de auxilio. No podía más. Sentía que estaba todo el tiempo de mal humor con sus hijos de 2 y 5 años, no tenía paciencia, reñía y les gritaba muy a menudo. Se sentía mala madre y además la relación con su marido era distante y llena de reproches.
Durante los 45 minutos de la video-llamada, pudo darse cuenta de la carga que llevaba encima desde hacía años y de cómo había dejado de atender otras parcelas de su vida.
Solo era madre y no era esposa, ni amante, ni amiga, ni se tenía en cuenta ella misma como mujer. Si ella no se alimentaba de amor, diversión y de relaciones adultas, no podía tampoco dar amor y calidad de relación a sus hijos. Vamos trabajando este nuevo camino de aprender nuevas maneras de hacer, ser y sentir, una o dos veces al mes a través de este servicio, pues esta consultante ha podido ver cómo repite patrones de la infancia y los va desarmando con trabajo terapéutico. Y a quien agradezco su permiso para explicar por encima su caso y su proceso. Me dijo le motiva creer que con ello pueda animar a otras mujeres-madres a recibir orientación.
Como siempre digo y divulgo, los niños aprenden de nuestras reacciones, respuestas y conductas. Por eso necesitamos orientación para abordar lo que no sabemos, y las consecuencias siempre son positivas, tanto para los hijos que crecen con autoestima y alegría y para los padres que disfrutan de su maternidad y paternidad.
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame