El mejor regalo de Navidad

Tras reflexionar lo escrito en el post anterior comprendo que en esta época Navideña, todos queremos y soñamos con recibir algún regalo deseado, esperado, tal vez fuera de lo común y en lo posible no muy caro.

Pero también comprendo que deseamos y necesitamos el acercamiento con las personas que amamos, el contacto de corazón a corazón que poco usamos pero que es el que realmente nos llena de sentido nuestra vida. Un contacto especial que podría darse en una época especial en la que todos nos vamos desando durante un mes antes “feliz navidad y próspero año nuevo”.

Pues bien, hagamos realidad ese deseo y regalemos corazón y acercamiento a los que amamos.

Regalemos un escrito colmado de agradecimientos por cada una de las actitudes que han tenido con nosotros. Un escrito para nuestro marido, nuestra mujer, nuestra madre, nuestro padre, nuestros hermanos. Un escrito que empieza por un simple pero sincero Gracias: por cuidar de mis hijos cuando yo no puedo; por escucharme cuando lo necesito; por preguntarme qué me pasa cuando me ves preocupada, por tener paciencia cuando estoy de mal humor,...

Y los niños... Los niños por supuesto que sueñan con recibir muuuuchos regalos (pues ya están muy contaminados de este consumismo desenfrenado), pero les podemos hacer el regalo de regalarles pocos juguetes.

Mejor uno sólo y tal vez especial, bonito y no muy caro acompañado de una carta llena de afecto de su madre o de su padre. Unas palabras que nombren lo orgullosos que sus padres están de ellos.

Papis, esto es algo que no solemos hacer: decirles lo orgullosos que estamos por esas pequeñitas cosas que hacen estupendamente bien. ¡Ese es el regalo que realmente necesitan!

Y lo especial está aún por llegar: una hermosa carta escrita por sus Majestades los Reyes o por Papá Noel, como divinidades fantásticas y sagradas que son para ellos, felicitándolos por sus virtudes, por sus esfuerzos, por aquello positivo y bueno que lograron durante el año. Una carta firmada con letras doradas...

La Navidad que cada uno de nosotros vive puede volver a ser mágica.

Todos estamos en condiciones de ofrecer a los niños pequeños un día especial, fuera de lo común, lleno de sorpresas y de encanto, y sobre todo, lleno del VERDADERO AMOR que es lo que realmente da sentido a nuestras vidas.

Fuente inspiradora: Laura Gutman y su libro "mujeres visibles, madres invisibles"