Mi hijo llora cuando su padre lo atiende
Tengo un niño de 2 años y hace poco que le cogen rabietas y llora desesperadamente cuando su padre lo quiere vestir o dar de comer... Sólo quiere que lo haga yo y me siento mal. ¿Qué puedo hacer? Gracias
Como ya he explicado en muchos post, a los 2 años se disparan las rabietas y las ganas de mandar de nuestros peques. Este llorar desesperado cuando su padre lo viste, seguramente sea una estrategia para que sea mami quien le atienda y por lo tanto, conseguir así su deseo.
En estos casos, si las mamás accedemos a sus suplicas llanteras porque realmente se nos encoge el corazón cuando lloran vivamente les estamos perjudicando porque con ello:
a) Desautorizamos a su papá. Si hacemos "vale pues ya te doy yo de comer o te visto..." el mensaje que les estamos transmitiendo es que tú papá no es importante, tu papá no sabe mucho, tu papa es prescindible; yo soy la que mando, yo soy la que sé más y la más importante en tu vida.
b) Le damos a nuestro peque el poder de "yo aparto a papá y me quedo con mamá", y con ello él está decidiendo a capricho (algo muy ansiado por ellos a partir de los dos años). Y aunque es bueno atenderles y escucharlos, mamá y papá saben lo que es bueno y necesario para ellos.
Y lo bueno para su buen desarrollo es que su papá esté con él. La figura paterna es muy importante y toma más realce a partir de los dos años de edad, en que la fusión emocional madre-bebé empieza a diluirse.
Por eso aunque tu peque llore, deja que sea su padre quien lo atienda porque su relación con él es muy importante y necesaria. Apoya a tu marido y anímalo a que no se desespere por el supuesto rechazo de su hijo. Tened ambos paciencia y entender que es una estrategia de vuestro peque para mandar y quedarse con mamá.
Te recomiendo que no estés presente mientras su papá intenta ayudarle con la comida, o vestirlo. Déjalos a ellos solos y si te angustia oír llorar desesperadamente a tu hijo, enciérrate en otra habitación o escucha música. Piensa que no está con un desconocido está con alguien muy importante y que lo quiere tanto como tú: ¡su padre!
Ya veréis como si ambos actuáis unidos formando equipo ante la educación de vuestro peque, en poco tiempo aceptará, valorará y deseará la relación con su padre. ¡Y con ello vuestro hijo se enriquecerá mucho!