Abre tu corazón
Abrir tu corazón, estar a su lado, acogerlo, escucharlo a través de tus sentidos y lo demás ya se dará por si sólo.
No se trata de actuar rápidamente para buscar solución y calmar su llanto. Te acuno para que te calmes, ¿te doy agua?, ¿te cambio el pañal?, ¿por qué lloras?, ¿qué te pasa? Demasiadas preguntas, razonamientos que no ayudarán a calmar al bebé. Desde nuestra cabeza no nos conectamos, en cambio, desde nuestro corazón, sí.
A través del llanto el bebé se comunica. Tal vez tiene frío, hambre, miedo, está incómodo, se siente sólo, gases, un sinfín de cosas nuevas para él y llora para comunicarlo.
Lo que primero necesita son unas manos y cuerpo acogedor y protector en el que cobijarse sin preguntas, oír una voz suave y segura (mamá, papá) que le trasmita paz y la confianza que aquello que siente y expresa con su llanto seguro pasará.
"No estas sólo/a, estoy a tu lado para ayudarte, mimarte y cuidarte" Si nuestro cuerpo, nuestras manos, nuestra voz, nuestro ojos, nuestros besos trasmiten este mensaje de corazón, poco a poco sucederá lo necesario para cubrir la necesidad que provocó su llanto.
Es entonces cuando nuestro sentido común (unido a nuestra alma) nos dice lo que debemos hacer, nos da una pista sobre lo que tal vez le podemos dar al bebé para calmarlo, o cómo debemos actuar.
No existe una solución única para los llantos, pues cada bebé es único. Lo que sí es general para todos los bebés y niños del mundo es que necesitan contacto, cuidado, respeto, tiempo y ser escuchados con el corazón.
Abrir el corazón para conectarse con el bebé de 1mes o 10 meses parece sencillo y queda muy bien escrito aquí, pero estamos muy acostumbrados a mostrarnos desde nuestra parte más mental (la lógica, la razón); llevamos un armazón que cubre nuestros sentimientos, emociones y nos cuesta escuchar con el corazón y estar con el bebé o con nuestro hijo o hija desde nuestra parte más amorosa.
Estar al lado de bebés o niños pequeños es una buena práctica para ir abriendo nuestro lado emocional, para aprender de ellos y a través de ellos. Ellos tienen una sensibilidad emocional excepcional, aprovechad esta oportunidad para vosotros mismos. Así he ido creciendo yo con mis bebés: mis hijos y los pequeños que he cuidado en guarderías han sido mis verdaderos maestros para descubrir y abrir mi parte más emotiva, amorosa y a la vez intuitiva.
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Escrito por:
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame