Colocar al bebé boca arriba | Edúkame

Colocar al bebé boca arriba

¿Por qué es mejor colocar al bebé en posición boca arriba que boca abajo?

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En el anterior post publicado comentaba que era ideal dejar al bebé en el suelo (en una base confortable) en posición boca arriba para que se sintiera libre de movimientos con su cabeza, brazos y piernas. Una lectora (o lector) del blog reflexionó sobre lo escrito y me hizo la siguiente pregunta:

Cristina por qué dices "y lo pones en posición boca arriba (jamás boca a bajo)." ¿Por qué no lo puedo poner boca abajo? Yo creo que así se ejercitan mejor los músculos... ¿o no?

En esta voluntad de ayudar al bebé los adultos (padres, educadoras, abuelos,…), solemos ir cambiando de posición al bebé. Ahora te pongo de lado, ahora boca abajo, boca arriba, etc. Como lo vemos tan pequeño e indefenso, incapaz de cambiarse el sólo de posición creemos que así lo estamos favoreciendo; tal como muestra la consulta de nuestro lector :“si lo pongo boca abajo le ayudo a que vaya ejercitando sus músculos.”

Colocar al bebé boca arriba

Bien, yo también creía que era bueno ayudar a los bebés cambiándoles de posición (ya que ellos por sí mismos no podían hacerlo) y en mi práctica profesional en guarderías así lo iba haciendo.

Por suerte, a través de un curso formativo para profesionales en activo, conocí la obra de la pediatra Emmi Pikler que tras años de estudio afirmó que el desarrollo motor surge de manera espontánea y que “ayudar” a los niños cuando ellos no están listos para realizar ciertos movimientos por sí mismos es perjudicial.

Lo que aprendí de su obra y de su método, Método Loczy, cambió mi manera de “ayudar” a los bebés en su buen desarrollo motor. Me explico:

Cuando ponemos a un bebé de 4 meses boca abajo, le estamos poniendo en una posición en la que él no ha llegado por sí mismo, por lo tanto, cuando esté incomodo dependerá de nuevo de nuestra intervención para cambiar. Si no ha adoptado por él mismo esta posición significa que aún no está preparado para estar así: los músculos de su cuello aún no están fuertes para sujetar bien el peso de la cabeza y su desarrollo motor aún no es lo suficiente maduro como para voltear, y por tanto, poder girarse. En esta posición “no natural” el bebé tensa toda su musculatura, fuerza la postura de su cuerpo, se siente muy limitado y por tanto, lo único que puede hacer es quedarse inmóvil. Apenas se puede mover por sí mismo, por lo que le estamos frenando su capacidad de movimientos.

En cambio, fíjate todo lo que podrá hacer este bebé boca arriba: cogerse las manos, cogerse los pies, mover sus brazos, mover sus piernas, girar la cabeza hacia una lado u otro, intentar tocar un juguete que ve cerca, ponerse el puño en la boca o incluso algún juguete. En todo momento se siente libre para ir desarrollando sus capacidades motrices y al ir practicando las va afianzando para poder llegar a otras nuevas.

¿Y la posición de sentado?

Lo mismo ocurre cuando queremos poner en posición de sentado a un bebé de 4,5 o 6 meses. Lo sentamos protegido e incluso sostenido por almohadones para que no pueda caerse porque todavía no puede mantenerse erguido. Pero como no ha llegado a esta posición por él mismo, le estamos perjudicando porque: depende de nosotros para cambiarse; se siente indefenso y limitado en su movimientos pues no está preparado para aguantarse; su posición es forzada y tensa toda su musculatura.

Y lo mismo ocurre cuando los ponemos de pie pensando que ellos lo piden, que así fortaleceremos sus piernas, que así van practicando, etc. Pero su musculatura y su esqueleto aún no están preparados para aguantar su peso.

Como dijo la pediatra Pikler los niños se mueven y se desarrollan regidos por su propia iniciativa. Y así es como realmente les hemos de ayudar. Facilitándoles su movimiento libre para que se sientan motivados en ir ejercitando, afianzando sus posibilidades motrices y así llegar por ellos mismos a otras.

Es decir, el bebé que se siente a diario con libertad de movimientos (en una base firme, segura y amplia y no en el cochecito o sillita) irá practicando sus movimientos de piernas, brazos, hombros, pelvis. Irá ensayando, probando, repitiendo hasta que se encuentre preparado para ¡Mover el tronco y ponerse de costado! Este bebé seguirá moviéndose promovido por su misma motivación y seguirá probando, ensayando hasta que se vea capaz de por sí mismo ponerse ¡Boca a boca!

Al haber llegado autónomamente a esta posición también será capaz de modificarla cuando él quiera (y no estará condenado a depender de los adultos para cambiar su postura). Él mismo habrá desarrollado una nueva capacidad motora, siguiendo su motivación y su propio ritmo de desarrollo. ¡Papis, eso sí es ayudar!

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Escrito por:

Cristina Garcia
Cristina Garcia

Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

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