Yoga durante el embarazo

Durante el embarazo es el momento en que más tenemos que escuchar nuestro cuerpo, respetarlo, cuidar y aceptarlo. El yoga te puede ayudar a confiar en el proceso de cambios que se dan en tu cuerpo desde el primer trimestre hasta el momento del parto.

Aceptando cada uno de estos cambios no como una molestia sino como parte de un proceso natural que toma forma en tu cuerpo. Podemos aprender a percibir por ejemplo las nauseas matutinas del primer trimestre no como un castigo sino como una señal de que el embarazo se está desarrollando perfectamente en tu cuerpo, ya que si no fuera así, las nauseas desaparecerían, y así con todos los síntomas podemos hacer este ejercicio mental de aceptación y confianza.

Los beneficios del yoga durante el embarazo

El yoga nos va a ayudar a tener una mejor conciencia corporal, a saber si todo está bien, a aceptar que necesitamos descansar, desde una postura de respeto hacia ti misma, de escuchar activamente sobre lo que te está sucediendo internamente y la gracia es que automáticamente una vez que aceptas y no juzgas te puedes permitir lo que el cuerpo necesite y respetarlo, ya sea descansar, desconectar, o lo que sea que no te permites normalmente.

Con el yoga trabajamos tanto desde la respiración haciéndola larga y profunda tomando consciencia del recorrido del aire por nuestro cuerpo hasta llegar a nuestro bebe, hasta las posturas en las que nos estiramos para que nos demos cuenta de cuánto espacio tenemos en nuestro cuerpo para nosotras y nuestro bebé, ocupamos todo el espacio interno poniendo consciencia a cada parte de nuestro cuerpo, así como con la meditación con mantras cantados con lo que conseguimos dulcificar aun más todo el trabajo corporal previo y lograr una profunda conexión con este ser que ya es tu bebé.

Muchas mamás embarazadas me comentar al acabar la clase que el estado en que les deja el yoga no es real porque están con mucho bienestar y relajación y en cambio al día siguiente vuelven a ir con la lengua fuera con mucho stress , a mi me gusta comentarles que durante el embarazo con venir una hora o dos a la semana nunca es suficiente porque el propio proceso corporal con tu bebe te “obliga” a ser muy consciente las 24 horas del día de lo que te sienta bien a tu cuerpo y la clave es escucharlo con atención y “tenerlo contento”.