En qué podemos cambiar los padres para solucionarlas
En general, tendemos a hablar en negativo sobre la etapa de las rabietas porque nos pone a prueba a diario, descubrimos la poca paciencia que tenemos y lo rápido que cedemos ante los caprichos del niño, bien sea por cansancio, por falta de tiempo, estrés u otros motivos.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo en medio de una rabieta?
Cambiando algunas pautas educativas inadecuadas del funcionamiento familiar podemos saber qué circunstancias pueden estar provocando las rabietas y quizás manteniéndolas más tiempo del necesario.
Si nos centramos en la respuesta que debemos ofrecer a nuestros hijos ante las rabietas y aprendemos a reducir algunos factores que las provocan, es posible que logremos eliminar algunos comportamientos inadecuados.
¿Qué pautas educativas inadecuadas podemos modificar los padres?
- La falta de normas claras y concretas: a veces los niños no tienen claro lo que se espera de ellos, los padres no se ponen de acuerdo para establecer los límites en el hogar.
- No aplicar consecuencias por haber incumplido unas normas: si no están claras las normas y menos las consecuencias por no cumplirlas, se castigará de forma arbitraría sin ningún aprendizaje para el niño.
- Incoherencia en los padres: es importante que estén de acuerdo a la hora de poner las normas y aplicar consecuencias.
- Tiempo de calidad para estar con los niños: si no resulta fácil pasar mucho tiempo con los hijos por lo menos el que se tenga debe de ser de calidad. Puede ser jugando con ellos al mismo tiempo que se enseñan valores, leyendo cuentos, contando historias sobre cuando uno era pequeño, haciendo alguna actividad en familia, etc.
- Ser ejemplo: exigir a los niños lo que uno no es capaz de hacer es un error. Es necesario esforzarse en hacer delante de ellos lo que queremos que reproduzcan.
- Reforzar la conducta adecuada: a veces nos centramos únicamente en los comportamientos negativos y no les ayudamos a descubrir las emociones agradables que produce jugar con un amigo, pintar tranquilo, leer un libro, etc.