Autonomía en el niño de un año | Edúkame

Autonomía en el niño de un año

¿Qué puede hacer por sí solo un niño de un año?

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En el post anterior hablé de la importancia de la autonomía del niño y del papel del adulto en este proceso de aprendizaje. La autonomía se aprende a través de los diferentes hábitos de una manera rutinaria, es decir, cada día de la misma manera. Por esta razón, procura que estos hábitos se conviertan en rutina ya que ayudas al niño a situarse, a saber lo que tiene que hacer y además, la repetición refuerza el aprendizaje adquirido.

A continuación, os propongo unaguía sobre los hábitos que tu niño de un año es capaz de aprender.

Alimentación

  • Empieza a utilizar la cuchara y un poco más adelante el tenedor. Déja que coja con su mano la cuchara y enséñale ofreciéndole tu ayuda para que se la pueda meter en la boca. A esta edad, será normal  que el niño utilice también las manos para comer, déjale porque está aprendiendo.
  • El niño ya puede coger por sí mismo un vaso pequeño para beber agua.
  • Se puede poner y quitar el babero él sólo.
  • Se puede sentar el sólo en la silla adaptada a su medida o trona para comer en la mesa.

Higiene

  • Colabora con sus movimientos para quitarse la ropa: levanta las manos para quitarse la camiseta, se quita los zapatos con cierre de velcro, se puede bajar los pantalones de chándal.
  • Empieza a colaborar para lavarse las manos: abre el grifo, se moja las manos y se las seca  (más o menos) con la toalla.
  • Se puede sacudir los pantalones o camiseta si se ha ensuciado.

Orden y convivencia

  • Empieza a colaborar en recoger los juguetes: puede meter los juguetes en una caja o cesta siempre que tú le vayas guiando dónde se guardan.
  • Empieza a entender cuando algo no lo puede tocar cuando le dices "no, es peligroso".
  • Saluda: a través del gesto con su mano dice adiós o tira besitos.

A tener en cuenta

El tiempo que el niño necesita para aprenderlo e incorporarlo como un hábito, es decir, esta acción se la hace suya, puede variar según el nivel evolutivo en el que esté el niño, la frecuencia en que se repita esa acción, su motivación por aprender, etc. Es importante tener en cuenta que para que el niño convierta en hábito una acción el adulto (padre, madre, abuela, educadora...) deberá mostrarle, enseñarle al niño muchas veces la misma acción.

Además, habrá días que no quiera participar, otros que querrá que se lo haga mamá o papá, otros que no querrá tu ayuda aunque la necesite... Respeta estos momentos y ves tanteando, no todos los días funciona la misma manera. Es una edad en la que empieza a aprender y todavía te necesita en cada momento.

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Escrito por:

Noelia Murillo
Noelia Murillo

Educadora Infantil, Maestra Educación especial y Terapeuta Gestalt