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Vuelve a llorar cuando va a la guardería

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Cristina consulta:

Mi hija de 2 años y medio la llevo a la guardería desde el año pasado y ahora ha vuelto a llorar. Todo se desencaminó porque estuve unos días en casa en octubre y desde entonces al volverla a llevar con su rutina normal ha vuelto a llorar. Le pregunto en casa y me cuenta cosas buenas del cole. No sé que hacer.

1 Respuesta
Ana Arribas
Pedagoga y coach especialista en inteligencia emocional

El proceso de separación es costoso a nivel emocional para los niños pequeños. Tu hija, al igual que el resto de niños de su edad, viven en el presente y el hecho de que el curso pasado se hubiese adaptado y fuese tranquila a la guardería no significa que este curso sea igual para ella.

El inicio de la guardería el año pasado, el verano, el inicio de este curso, la vuelta tras estar contigo son situaciones y procesos de adaptación diferentes y ella no entiende aún la continuidad que para ti, como adulta, es obvia. En cada momento ella y tú estabais y os sentíais diferentes, más o menos preparadas para vivir un nuevo proceso de adaptación.

La confianza facilita el proceso

En tu consulta dices que no sabes qué hacer, en cambio, yo sí confío en tu capacidad para saber qué hacer, nadie mejor que tú puede saberlo.

Quizás no tengas claro el qué hacer en concreto para acompañarla emocionalmente, pero lo más importante aquí es que cualquier cosa que hagas necesita ir acompañada de una actitud adecuada para que funcione. Así, pues, te invito a que revises qué actitud interna tienes tú cuando tu hija llora en ese momento y también en los momentos previos. Quizás te puedas sorprender con algún sentimiento de enfado, desconfianza, ansiedad, miedo, etc. Si es así, pregúntate y respóndete con sinceridad qué te impide confiar plenamente en la capacidad de tu hija para superar esa situación a su ritmo y cuál es la actitud con la que mejor puedes acompañar a tu hija en su proceso y ritmo. No olvides que los niños son como radares y captan rápidamente las incongruencias ente lo que decimos y hacemos.

La observación como fuente de información

Más allá de esto, te invito a que pruebes diferentes modos de hacer y sobre todo observes en qué y cómo cambia su comportamiento y cómo te sientes tú con ellos: puedes buscar un momento adecuado para compartir vuestras emociones sobre la situación, construir juntas un ritual de despedida, anticiparle que vais a la guarde y usaréis ese ritual, organizar el tiempo para que la despedida pueda darse con calma, planificar dónde va a estar tu límite para finalizar la despedida…

De igual manera que tú vas a ir guiando a tu hija en cada momento con tu actitud, ella te va a ir guiando a ti con lo que le funciona mejor para su adaptación.

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Ana Arribas

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