Primeros pasos para adoptar una mascota con niños | Edúkame

Primeros pasos para adoptar una mascota con niños

Conociendo a nuestra mascota

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Casi todos los niños desean tener un animal en casa con el que compartir juegos y compañía, aunque algunas veces lo traten como a un objeto más hasta que aprenden cómo deben interactuar con ellos y cuáles son sus necesidades.

Si estáis pensando, tenéis dudas o ya tenéis decidido que compartiréis la vida con un animal, ¡enhorabuena! Disfrutaréis cada minuto de su compañía y seréis testigos de todo lo que le aporta a vuestro hijo, pero antes debemos tener en cuenta algunas cosas.

Una etapa de nuevas emociones

En esta etapa de cambios, a nivel emocional, vuestro hijo puede pasar por muchas fases en las que debemos acompañarle. Alegría por la llegada de su nuevo amigo, miedo si no está acostumbrado a la interacción con animales, celos porque le dediquemos tiempo al animal y no a él. Son procesos normales en la adaptación a ese cambio en casa. Además hay otros aspectos a tener en cuenta:

  • Debemos ser coherentes y tener en cuenta el tiempo que estamos en casa, cuánto le podréis dedicar al animal, si disponéis de espacio suficiente, si os gustan los animales, y un sinfín de preguntas que es importante plantearse. Un animal vive con nosotros mucho tiempo e implica cuidados, atención e inversión tanto de tiempo como de dinero, así que debemos ser conscientes de si podemos y nos apetece asumirlo. Si la respuesta es afirmativa, ¡hacerlo con ilusión!
  • No debe ser una decisión unilateral, nuestros hijos tienen mucho que decir en este proceso. ¿Les ilusiona tener un animal en casa? ¿Qué tipo de animal? ¿Les tiene miedo? ¿Qué le gusta de cada uno de ellos? Es importante que el proceso de elección de vuestro nuevo compañero de vida se haga en familia, sea  algo apasionante para todos y no se viva por parte de ningún miembro como una imposición.
  • Una vez hayáis decidido qué animal queréis (pez, gato, hámster, perro, canario, caballo…) es importante conocerlo: cuáles son sus necesidades, qué come, dónde duerme, cómo jugamos con él, qué le gusta, qué le incomoda, qué necesita de nosotros, etc. Esto podemos planteárselo como un juego a nuestros hijos. Os dejo un ejemplo de EL MURAL DEL INVESTIGADOR,  donde los niños con la ayuda de papá y mamá han de buscar información en libros, internet, videos o preguntando a veterinarios sobre el animal que hemos decidido nos acompañe. 

Prepararnos para la llegada de nuestro nuevo amigo

Esta actividad es muy importante para que nuestro hijo entienda que es un ser vivo, que siente como nosotros, que hay cosas con las que disfruta y cosas que no le gustan, y aprendan de esta forma que merecen respeto, cuidado y atenciones. Con esta actividad fomentamos la empatía y la creación de un entorno seguro para que nuestro hijo viva con un animal; seguridad que como ya sabemos es muy importante para su desarrollo.  

  • Una vez somos especialistas teóricos del nuevo miembro de la familia, ¡empieza el proceso de prepararnos para su llegada! Id con vuestros hijos a comprar lo que  haga falta: la comida, la jaulita si hace falta, la cama, algún juguete, el comedero, el bebedero, etc. Que sean ellos, con vuestra compañía, quienes preparen el espacio que ocupará su amigo. Integrarles en el proceso les aumenta la autoestima y les refuerza en las necesidades de los animales, ya que son conscientes de que no son un juguete o un objeto, sino de todo lo que conlleva esta incorporación.
  • Id con ellos también a buscar a ese animal, que lo elijan ellos entre las opciones más adecuadas. Por ejemplo, si es un conejo y hay 4, que puedan elegir ellos el color, el tamaño, etc.
  •  Y por último, disfrutad. Es una etapa preciosa, en la que la familia crece en 1 en miembros, pero multiplicado por mil en cariño, respeto, autoestima, habilidades y desarrollo emocional y social.  Durante las primeras semanas acompañad a vuestros hijos en la integración del animal: cuándo pueden jugar, cuándo y cómo deben tocarlo, a aceptar y cumplir con el espacio de descanso que todos los animales necesitan, y a supervisar las interacciones entre ellos y los animales, para que todos se sientan a gusto, respetados y felices. 

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Escrito por:

Marta Gascón
Marta Gascón

Psicóloga infantil y juvenil

Web: MIM Psicología