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Mi hijo no come, le da asco y tira la comida

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Mi hijo tiene 18 meses. Desde que cumplió los 15 he tratado activamente de introducir los sólidos en su dieta. Come muy bien pan, galletas, plátano, patatas fritas, ha comido una pera entera, le gusta roer zanahoria cruda y poco más. Cuando le pongo un plato con jamon york, queso, guisantes, lentejas, pasta cocida … los toca con mucha precaución pone cara de asco y lo tira. No hay forma ni manera de que se lo lleve a la boca. Le da grima todo lo que tiene una consistencia blanda (aunque el plátano la tiene...). Lo dejado jugar con la comida para ver si terminaba probándola, pero en casi 3 meses sólo juega con el tenedor y nunca la lleva a la boca. No sé cómo hacer para que coma sin que cree rechazo por la comida.

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Cristina Garcia
Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

La relación que el niño pequeño establece con la comida está directamente relacionada con su carácter y con cómo lo vive emocionalmente la madre.

Por ejemplo, si al peque le cuestan los cambios, investigar cosas nuevas, se muestra algo miedoso ante experiencias desconocidas, etc. Tambíén se mostrará receloso a probar nuevas texturas, sabores y necesitará más tiempo y, sobre todo, más motivación paulatina y positiva.

Por otro lado, si mamá está angustiada porque cree se alimenta poco, bloqueada porque le preocupa mucho y no sabe que más hacer, se siente inconscientemente “mala madre” porque no aumenta de peso, el pediatra le presiona, etc.. Su actitud influye de forma inconsciente pero muy directa en la reacción de su hijo con la comida. Y en este caso, la comida siempre tiene más relación con la figura materna que con la paterna.

Precisamente, mamás que se han dado cuenta de este miedo inconsciente a que enferme, no aumente de peso, miedo a que me tome el pelo, etc. Es lo que les ha permitido poder actuar de otra manera más constructiva, estableciendo límites claros y amorosos, sin ofrecer chantaje emocional ni atender tampoco a la manipulación inconsciente por parte del peque.

La comida jamás debe introducirse a la fuerza, pero mamá y papá deben encontrar la manera de que el niño la vaya aceptando de forma positiva y constructiva. Y también, como suelo explicar y trabajar, deben mostrar, inculcar, motivar sobre la importancia de ir comiendo de todo, que si no come hay consecuencias “naturales” (tendrá hambre) y otras “lógicas” (no se cocina otra cosa, hay un tiempo determinado para que la comida esté en la mesa, etc) que no tienen nada que ver con el enfado de mamá, ni con premios ni castigos.

Dentro de la categoría Nutrición podrás leer algunas pautas, orientaciones que he ido dando en otras consultas escritas.

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Cristina Garcia

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