Los Reyes no me han traído lo que yo quería

Sus Majestades los Reyes de Oriente ya han  hecho su trabajo repartiendo regalos en muchos hogares, sobre todo, donde viven niños.

Muchos son los niños que hoy han madrugado apresurados por la avidez de desenvolver y descubrir qué regalo les dejaron los Reyes mientras ellos dormían. Y muchos niños hoy se han llevado una desilusión porque los Reyes no les han traído precisamente lo que ellos querían, o no les han traído TODO lo que escribieron en la carta.

Muchos padres hoy han oído como sus hijos decían ¿solo esto me han traído? ,o ¿por qué no me han traído todo lo que escribí en la carta?, o algo mucho más directo y honesto como ¡no me gusta lo que me han traído, yo quería....!
Ante estas quejas algunos padres pueden pensar,  ¡¡pero que niño más egoísta y caprichoso tengo!!, o pueden sentir mucho pesar por no haber satisfecho las ilusiones de su pequeño.

Los niños son egoístas

Una característica del pensamiento infantil es el egocentrismo, por lo tanto, es normal que sean egoístas y que solo piensen en lo que desean y en cómo obtenerlo. Es normal que quieran muchas cosas y que no se conformen con solo una o dos (lo irán aprendiendo con los años si los mayores se lo van enseñando).

Así que es normal que deseen muchos juguetes y que además sean ¡grandes!

Pero alimentar esta etapa egocentrista con ofrecerles todo o casi todo de lo que desean, no es ayudarles en absoluto a crecer, ni es ayudarles a a tener herramientas internas.

La frustración educa

Cuando los Reyes Magos traen pocos regalos, y encima, solo uno o dos de los escritos en carta le están ofreciendo al niño la oportunidad de crecer de forma sana, aunque el resultado lo veremos unos años más tarde.

Lo primero que veremos será que el niño se enfada porque no ve realizado su deseo, porque ve pocos regalos, o porque no tiene todo lo que él quiere. Así que lo que veremos será un niño frustrado que lo demostrará con un gesto de enfado y expresiones de queja o incluso de llanto.

Este episodio de frustración será una buena herramienta de aprendizaje, pues la frustración es una gran ayuda que enseña a superar las adversidades. Y a lo largo de su vida, el niño vivirá muchas adversidades con las que tendrá que aprender a convivir o tendrá que aprender a superar.

Entonces, qué sentido tiene escribir la carta

Escribir la carta a los Reyes magos con todo aquello que los niños desean es una acto de ilusión único que se vive de esta forma tan especial solo durante la infancia. A la hora de escribir la carta no hay limitación, ni censura, ni avisos.  Un niño puede pedir un ordenador, dos bicicletas, una playa, un videojuego, etc... Y lo único que oirá de sus padres será “vaya carta ¡más completa! Los Reyes te traerán seguro una cosa de todo lo que tu has puesto. ¡Una seguro que te traen!

Y así el niño sigue con su ilusión, además de practicar con la escritura y  con la organización de su pensamiento (plasmar en un papel lo que está pensando).

Qué estamos enseñando

Y obtener un regalo de la larga lista (o dos como máximo), les enseña a seguir manteniendo la ilusión, además de aprender el valor de las cosas (la cantidad imposibilita este aprendizaje) y a aprender a encajar cuando las cosas no salen como deseamos, es decir tolerar las frustraciones y las adversidades, un aprendizaje muy válido para construirse como persona con herramientas internas.

Las herramientas internas son las que nos mantienen a flote cuando las externas se alteran, que durante la infancia pueden ser el inicio de la etapa escolar, o  el cambio de colegio, o de profesora, o el nacimiento de un hermano, cambio de hogar, etc.