El vínculo con el padre es igual de importante que el que hay con la madre
El rol de padre ha evolucionado y hoy en día es frecuente encontrar padres implicados en la educación y atención de sus hijos, pero aún nos encontramos con los tabús sociales donde choca el ver a un padre esperando a sus hijos a la puerta del colegio o acompañándolos al médico.
Los niños cuyo padre se involucra en su crianza son más saludables y a la vez es un beneficio para los padres, aquellos que están más comprometidos con la crianza de sus hijos poseen una mejor relación con sus propios hermanos y padres, fortalecen la relación de pareja y son más eficientes en el trabajo.
Cómo puede el padre participar en el desarrollo del bebé
La relación del padre debe empezar desde el mismo momento de la concepción. El padre puede seguir el embarazo con igual expectación que la madre, compartiendo juntos sus miedos y dudas, acompañando a la madre a las visitas al médico y a las clases de preparación al parto.
Durante el parto el papá puede estar presente ayudando a la madre, cuando el bebé nazca puede cortarle el cordón y cogerlo entre sus brazos.
El padre será de mucha ayuda para la madre si cambia los pañales, baña al bebé o lo acuna mientras mamá descansa. Pero sobretodo será su apoyo ante esas dudas en la lactancia materna y esas presiones que ejercen los primeros días los familiares más cercanos.
Los papás, por el hecho de serlo, no son unos seres patosos a los que se les vaya a caer el niño; dejar que lo cojan, lo acaricien, le enseñen el mundo que hay alrededor.
Y cuando ya no son bebés
Según el niño va creciendo va necesitando más ese vínculo paterno-filial, los padres deben ser capaces de, sino es posible dedicarle cantidad de tiempo, sí darle calidad en los ratos que pase con sus hijos.
En el ámbito escolar el padre puede ayudar con los deberes y ser un ejemplo de trabajo y dedicación. Dentro de la familia debe enseñarles buenos modales y mostrarles afecto, no contradecir las normas de la madre y cooperar con ella en la educación de los hijos.
Es necesario construir un vínculo especial entre padres e hijos para que la paternidad sea algo grato y no una carga o una obligación.
