El amor a los hijos ¿es incondicional? | Edúkame

El amor a los hijos ¿es incondicional?

¿Estoy condicionando mi amor hacia mi hijo?

0

Rebeca Wild en su libro Libertad y límites. Amor y respeto. Lo que los niños necesitan de nosotros escribe:

El amor, como primera energía vital, debería estar a disposición de forma natural, pero al mismo tiempo debería poder experimentarse de un modo concreto como “amor sin condiciones”. De esta forma, igual que el sol “brilla para justos y pecadores”, todo ser humano, y en particular todo niño, necesita la seguridad de que es amado en todas las situaciones:

  • Incluso cuando el niño no posee las características que a sus padres les habría gustado.
  • Incluso cuando tiene su propio ritmo en sus modos de actuar y de pensar.
  • Incluso cuando por motivos inexplicables hace cosas que van contra nuestras costumbres y contra nuestros valores.
  • Incluso cuando llora aparentemente sin motivo alguno.

¿Os suenan familiares estas situaciones?

Un amor condicionado

Cuando leí este fragmento lo primero que pensé fue: ¡Uf..., qué mal lo hacemos! Y sí, lo pensé en plural porque a poco que una persona se ponga a observar las relaciones entre adultos e infantes se da cuenta de la cantidad de veces que condicionamos nuestro amor hacia los más pequeños, ya sea de obra o de palabra, de manera explícita o sutil, en función de que sus comportamientos encajen con lo que nosotros queremos o esperamos de ellos.

Lo peor es que muchas veces ni siquiera nos damos cuenta de lo que estamos haciendo…

¿Qué consecuencias puede tener en los niños esta ignorancia nuestra? Les invito a que lean el libro de Rebeca Wild, es una buena fuente para que cada uno encuentre sus respuestas.

El cambio hacia un amor sin condiciones

Hoy solo me interesa compartir que, bajo mi punto de vista, para salir de la ignorancia uno debe estar con la actitud del aprendiz curioso, los jóvenes maestros están delante de nosotros, con nosotros, a diario. Tomemos ejemplo de lo que hacen los niños y preguntémonos a nosotros y a los demás, una y otra vez, los porqué y para qué de todo cuanto nos acontece en relación con ellos.

¿Qué me pasa a mi?, ¿qué le pasa a él?, ¿cómo nos estamos relacionando?, ¿desde dónde estamos actuando ante un comportamiento?, ¿es desde el amor o es desde el miedo?, ¿qué y cómo cambio yo y mi relación con el niño si actúo desde el amor?, ¿y si lo hago desde el miedo? Hay tantas y tantas preguntas para hacernos, preguntas que nos invitan a darnos cuenta…

Esta curiosidad nos permitirá ser conscientes de si estamos cayendo en la trampa de condicionar nuestro amor hacia ellos. Con esta conciencia podremos iniciar los cambios que necesitamos para poder ofrecerles un amor sin condiciones.

Si te ha gustado compártelo... Un pequeño gesto para ti, una gran ayuda a todos.

Si crees que puede interesar a otras mamás compartelo en tus grupos de Whastapp.

Escrito por:

Ana Arribas
Ana Arribas

Pedagoga y coach especialista en inteligencia emocional

Perfil G+: ver