Cuadernos Aprende y juega en vacaciones | Edúkame

Cuadernos Aprende y juega en vacaciones

Actividades para repasar lengua y matemáticas durante el verano

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Repasar en vacaciones

El verano está a la vuelta de la esquina y, con él, las preciadas vacaciones; un momento inmejorable para disfrutar en familia, relajarse, cambiar de aires, divertirse sin parar… Pero, ¡sin dejar de repasar lo que hemos aprendido durante el curso escolar!

Y para ello, la Editorial Beascoa ha creado una colección especial de cuadernos de actividades para el verano para niños de entre 3 y 5 años de edad, Aprende y juega en vacaciones. Disponen de unos protagonistas de lujo, ¿quieres saber quiénes son?

Vacaciones y deberes, dudosa fórmula. Sin embargo, si los protagonistas de las tareas resultan ser los personajes de animación favoritos de los pequeños - Dora la Exploradora, Chuggington, Rosie (de Todo es Rosie) – parece lógico que el resultado sea otro y que las niños puedan afrontar los deberes desde una óptica más optimista y saludable.

¿Qué es lo importante de la tarea escolar? Que se haga, sí; pero con gusto. La motivación y el interés de los niños es esencial en el momento de adquisición de un conocimiento. Únicamente conseguiremos que el aprendizaje resulte significativo y que el conocimiento pueda usarse, si el alumno muestra una predisposición hacia su descubrimiento.

Así, los cuadernos de actividades de Aprende y juega en vacaciones tienen como objetivo la revisión de los contenidos escolares y trabajan las cuatro grandes áreas de conocimiento de la Educación Infantil (Lengua, Matemáticas, Medio y Plástica); pero desde un valor fundamental, el de la motivación del niño y el juego.

Jugando se puede aprender prácticamente todo. El juego es una conducta propia de la infancia y es, además, uno de los motores fundamentales del aprendizaje. Así pues, juego y aprendizaje son palabras que deberían ir siempre unidas en los cuadernos de vacaciones.

Consejos para trabajar los libros de vacaciones

  1. Dosificar de manera coherente las tareas del libro. No es bueno hacerlas todas de golpe y, tampoco, dejarlas para el último momento. Lo interesante sería establecer una rutina pactada con el niño. Por ejemplo, realizar una o dos página cada día.
  2. Buscar un ambiente propicio al estudio. En verano, las rutinas tienen a diluirse o estar menos presentes en nuestro día a día. Sin embargo, para potenciar la concentración del pequeño es necesario realizar el cuaderno siempre en el mismo lugar y en el mismo momento (después de desayunar, después del paseo…)
  3. Afrontar la tarea como un juego. Deberíamos evitar llamarlo “cuaderno de actividades”, “deberes” o “tareas”, son palabras que a lo largo del curso escolar acaban adquiriendo connotaciones negativas. Por ello, si en lugar de designarlo con estos nombres, lo llamamos “cuaderno de juegos”, por ejemplo, la predisposición del niño es completamente distinta.
  4. Esperar a que reclamen nuestra ayuda. En ocasiones, por culpa de nuestra buena fe al querer ayudarles, acabamos haciendo sus tareas. Esto no debe ser así, pues de este modo ni fomentamos el aprendizaje ni potenciamos su autonomía. Así pues, la estrategia debería ser que el niño se ponga solo a hacer el cuaderno y que nosotros lo orientemos cuando él reclame nuestra implicación. 

Datos de la colección

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Escrito por:

Rocío López Valdepeñas
Rocío López Valdepeñas

Maestra de Educación Primaria, especialista en Tecnologias de la Información y la Comunicación.

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