Cómo tratar el tema de la muerte con los niños | Edúkame

Cómo tratar el tema de la muerte con los niños

Cuando la muerte está presente

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Todas las personas tenemos a diario momentos en los que la muerte está presente. Solo hace falta encender el televisor… Ni siquiera tenemos que salir de casa para verla. La mayor parte de las veces nos toca de lejos y lo presenciamos como si fuera una película de Hollywood. Otras nos toca de cerca, siendo entonces conscientes del dolor y el vacío que supone.

Lejana o cercana, siempre estará ahí, hasta que llegue el día en el que seamos su protagonista, pero mientras ¿cómo nos manejamos los adultos ante la muerte? Y, en especial, cómo tratar el tema de la muerte con los niños.

Yo, por mi parte, me quedo con un claro ejemplo sobre cómo afrontar la muerte para uno mismo y también cuando nos corresponde explicársela a un niño. Es una escena de la película Forrest Gump:

FORREST: -¿Qué te pasa, mamá?

MADRE: - Me muero, Forrest. Ven, hijo, siéntate a mi lado.

FORREST: - Y ¿por qué te mueres, mamá?

MADRE: Llegó mi hora. No es nada más que eso. ¡Oh!, no, no tengas miedo, tesoro. La muerte forma parte de la vida. Es el destino de todos nosotros. Yo no lo sabía, pero estaba destinada a ser tu mamá. Lo hice lo mejor que pude.

FORREST: - Lo hiciste bien, mamá.

MADRE: - Mira, yo siempre he creído que uno crea su destino. Tienes que aprovechar muy bien lo que Dios te ha dado.

FORREST: - ¿Cuál es mi destino, mamá?

MADRE: - Eso tendrás que descubrirlo tú mismo. La vida es como una caja de bombones, nunca sabes qué te va a tocar.

Voz en off de Forrest: Mamá siempre explicaba las cosas de forma que yo las entendiera.

MADRE: Te echaré de menos.

Esta simplicidad de diálogo y sobre todo el lenguaje no verbal que los dos personajes presentan son los que hacen que algo tan duro como la propia muerte o la muerte de una madre, se conviertan en un momento de paz y naturalidad.

Puedo estar equivocada, pero tengo la sensación de que ante la pérdida de un ser amado nos volvemos de nuevo niños, pura emocionalidad, como Forrest Gump. Es por esto que es necesario ser capaces de expresar nuestras emociones, de volver a los origenes. También es necesario que podamos darnos ese tiempo para estar mal y expresar nuestro malestar mal; sin olvidar, sin embargo, de mirar al futuro y tratar de reponernos poco a poco.

Para los que estáis pasando por esta dura etapa o simplemente os gustaría tratar la muerte con naturalidad con vuestros peques, os recomiendo la guía "Educación emocional durante la infancia". En ella encontraréis diferentes técnicas e ideas para que los niños comiencen desde pequeños a identificar las emociones propias y ajena, para que seguidamente puedan ir adquiriendo la habilidad de expresarlas. Ambas son capacidades imprescindibles para superar el proceso de duelo sin que las emociones negativas nos bloqueen.

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Escrito por:

Ana Arribas
Ana Arribas

Pedagoga y coach especialista en inteligencia emocional

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