Siento una gran tristeza y no quiero transmitirla a mi bebé

Hola María! Me alegra mucho leer que pese al mal momento que estás atravesando no has perdido la ilusión por tu bebé. Él te necesita mucho, ya estés triste, melancólica, risueña, alegre, llorosa o apagada tu bebé necesita de tu contacto, besos y palabras.

Los bebés sienten perfectamente el estado emocional de su madre. Laura Gutman, dice que hasta los dos años de edad aproximadamente madre y bebé están fusionados en el plano emocional. Eso quiere decir, entre otras cosas, que el bebé siente como propio todo lo que siente su mamá, sobre todo lo que ella no puede reconocer.

Así que aunque tú dices no querer transmitirle tu tristeza él ya la está recibiendo, ya la siente. Pero tu bebé necesita saber que esa tristeza no tiene que ver con él, quiero decir, que esa tristeza no es suya y que él no es la causa de tus lloros. Que es un sentir tuyo.

Explícale a tu bebé que estás triste porque tu marido te ha dejado, porque te sientes sola, abandonada, decepcionada... Llora cuanto necesites, expresa tu dolor eso no le va a hacer ningún daño. Explícale que estás afligida, que no tienes ganas de nada y que sientes una gran pesadez porque no sabes cómo vas a tirar tu vida adelante; no tienes ilusión por la vida, pero que por él sí. Explícale que lo quieres, que en estos momentos es el motor de tu vida y vas a estar a su lado llorando o riendo, pero a su lado.

Poner nombre a lo que sientes, oírtelo decir os beneficia a ambos: a ti porque te hace sacar y vaciar el dolor que llevas dentro, y a tu bebé porque al oír de su mamá lo que pasa sabe intuitivamente que ese dolor y llanto no tienen que ver con él y se puede separar (por lo tanto no le daña).

No evites llorar por estar con él en brazos por miedo a perjudicarle. Os perjudica más a ambos que te reprimas.

Yo sufrí la pérdida de mi abuela cuando mi hijo tenía solo dos meses. Yo sentí una gran pena. Le daba pecho a mi bebé cada 2h/3h, y en muchas tomas mis lágrimas mojaban su carita. Me pasé unas semanas llorando constantemente y como casi siempre lo tenía a él en brazos, se refrescaba con mis lágrimas casi a todas horas y también sentía mi dolor.

Yo le hablaba, le explicaba por qué estaba tan triste y que por ello tenía mucha necesidad de llorar. Fueron muchos días de besarle, acariciarle, acunarle llorando y triste. Mi terapeuta me animaba a que siguiera dejándome sentir el dolor de la pérdida y mi corazón me decía que aquello nos beneficiaria a ambos: yo lloraba mi pérdida todo lo que necesitaba, por lo que cada día que pasaba me iba sintiendo un poquito mejor, y además sentía a mi bebé tranquilo y en paz (comía, dormía y apenas se quejaba).

Tú también tienes que llorar y permitirte expresar el dolor de tu pérdida, así tu bebé tendrá poco a poco (repito ¡poco a poco!), una madre más ligera (por tanto, no reprimida) y feliz (por tanto, no amargada).