¿Chupete Sí o chupete No? | Edúkame

¿Chupete Sí o chupete No?

Puntos a favor y en contra del uso del chupete

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Hay diferentes perspectivas sobre el uso del chupete. Si hablamos con una comadrona nos dirá que el chupete puede eliminar el reflejo de succión en el recién nacido, y por tanto, perjudicar la lactancia materna. Así que nos recomendará no dárselo, y si lo hacemos que no sea hasta mínimo el primer mes de edad.

Los médicos y pediatras no están mucho a favor del uso del chupete pues hablan de malformaciones en el paladar y algunos casos de enfermedades producidas por su uso.

Desde un punto de vista psicológico, el chupete es una fuente de placer y tranquilidad para el niño. Los bebés y niños tienen necesidad de succionar más allá del acto de comer, y lo pueden resolver con el chupete y si no lo tienen, con el dedo o un muñeco. Esta necesidad va disminuyendo de forma paulatina a medida que el bebé se convierte en niño.

Ante estos diferentes puntos de vista, las madres y padres hemos de tomar una decisión. Guiarnos por nuestro instinto y seguir adelante. Eso es lo más importante.

Cuando estaba estudiando Educación Infantil acudí a un Simposium sobre la infancia: enfermeras, pediatras, educadoras, psicólogas, pedagogas exponían diferentes aspectos relacionados con el desarrollo infantil. Recuerdo especialmente que salí con la firme convicción que si algún día tenía hijos no les daría el chupete, pues habían tratado mucho el tema y me habían convencido (que si perjudicaba, que si era algo artificial, que si deformaba....).

Cuando empecé a trabajar con bebés pude comprobar la tranquilidad y confort que les proporcionaba. En momentos que lloraban o mostraban malestar el chupete no sólo les calmaba, sino que les proporcionaba bienestar. Entonces empecé a pensar "santo chupete....". Algunos bebés o pequeños de 1-2 años que no usaban chupete se calmaban con el dedo o llevándose a la boca su peluche.

Como madre, aún sabiendo las diferentes teorías al respecto, enseguida he ofrecido a mis hijos el chupete y en más de una ocasión he vuelto a decir "santo chupete". El mayor lo ha usado mucho como fuente de placer, de relax, de estar a gusto consigo mismo. A partir de los dos años lo usaba sólo para dormir la siesta y la noche. Se lo quité a los tres años recién cumplidos y siento que lo hice demasiado pronto, si hubiera esperado un poco más creo hubiera sido mejor para él pues aún tenía necesidad de succionar. La pequeña, en cambio, lo usa bien poco. Apenas para conciliar el sueño y durante el día no le presta mucho interés. Yo de pequeña no usé chupete, pero me chupé el dedo hasta los siete años, y eso sí me deformó el paladar.

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Escrito por:

Cristina Garcia
Cristina Garcia

Pedagoga, Terapeuta infantil, Orientadora familiar, fundadora de Edúkame

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